Sobre la inspiración y el inconsciente

Destaca José Antonio Marina en su texto sobre La educación del talento, una reflexión del introductor del budismo zen en Occidente, Daisetz Teitaro Suzuki, en relación a los grandes maestros de la espada, en la época de los samuráis, quienes eran capaces de sentir a un enemigo invisible. Pero ¿cómo lo lograban?: “Mientras el inconsciente es instintivo, no va más allá de los animales o de los niños. No puede ser el de un hombre maduro. Lo que pertenece a este último es el inconsciente adiestrado, en el que todas las experiencias conscientes que ha atravesado desde la infancia son incorporadas como constituyes de todo su ser. Por esta razón, en el caso del espadachín, tan pronto como toma la espada, su destreza técnica, junto con su conciencia de toda la situación, retroceden a un segundo plano y su inconsciente adiestrado empieza a desempeñar su parte al máximo grado. La espada es manejada como si tuviera un alma. Cuando se enfrenta a su oponente, no debe pensar en su oponente, ni en sí mismo ni en los movimientos de espada, la cual, olvidando toda técnica, está lista para seguir solo los dictados del inconsciente. El funcionamiento del inconsciente adiestrado es, en muchos casos, simplemente milagros” (D.T. Suzuki y Erich Fromm, Budismo zen y psicoanálisis, FCE, México, 1985, pp. 28, 30).
Estos fueron los mecanismos de Picasso, se puede observar en su película "El misterio de Picasso".


5 comentarios:

  1. Existe una máxima en las artes marciales que ilustra muy bien este punto, desde una supuesta situación de combate: “el principiante se pregunta qué va a hacer, el iniciado qué está haciendo, y el maestro qué ha hecho”.
    En esta máxima se describen los tres estadios de intervención de la mente. El principiante se encuentra inmerso en el mundo mental, en la cueva de Platón. Aún no ha detectado que la respuesta perfecta parte de una zona más profunda y, temeroso, trata de hallar respuestas mediante el utensilio con el que ha regido sus actos hasta la fecha. En una situación de combate, es decir, una situación que exige perfección, por tanto automatismo en las acciones, inevitablemente pierde un tiempo precioso racionalizando, y fracasa. El iniciado ha penetrado en una zona más allá de la mente, pero sin desvincularse aún de ella. Ha detectado lo profundo, y su eficacia ha aumentado, pues en sus actos se filtra información perfecta. Sin embargo aún juzga, por tanto entorpece, sus acciones. Pero ha puesto un pie en el camino, pues ya ha experimentado la sorpresa frente a la perfección de algunos momentos, y su camino ha empezado. El Maestro, sencillamente incorpora el juicio de la mente cuando todo ha pasado, y el movimiento ha sido perfecto, sin obstáculo. Un libre fluir de la acción, automática por carecer de intervalos de racionalización. Plenamente inspirada.

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  2. Se me ha olvidado agradecerte el texto, y la sintonía, Raquel.

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  3. Pero en el caso de todos ellos, el conocimiento previo siempre es la base. No habrá samurai que no conozca a fondo todos los secretos y los sepa utilizar.

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  4. Eduardo Kastika @EduardoKastika
    Creatividad e inconsciente adiestrado. Muy lindo post (corto) vía @TPCreativo, bit.ly/UceQBI

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